martes, 6 de mayo de 2014

Evolución de la Agenda Ambiental en la OMC. Raymaris Pinto Yanez.


Regulación de nuevos temas vinculados al comercio: Evolución de la agenda ambiental dentro de la Organización Mundial del Comercio.

         Estocolmo, 1972. Es en esta fecha que por primera vez los países se reúnen en el seno de la Organización de las Naciones Unidas para tratar al menos de forma somera un plan de acción global que tuviese por objeto poner fin al conflicto que existía para la fecha entre comercio, desarrollo y medio ambiente. Para este momento, la intrínseca relación que existe entre estos tres elementos no era tan evidente como lo es ahora, o quizá su vinculación no se hacía tan extremadamente prioritaria como lo es hoy día, aunado al hecho de que no muchos actores del sistema internacional estaban siquiera dispuestos a iniciar conversaciones sobre un tema que pudiese –según se pesaba- mermar el rendimiento económico que estaban obteniendo, producto de actividades comerciales poco ecológicas.
            Veinte años más tarde, en 1992,  se celebraba en Río de Janeiro la primera Conferencia Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, por primera vez –he aquí la importancia de este antecedente- los países toman como propio el concepto de desarrollo sostenible, en virtud del cual estos debían procurar el logro de sus metas comerciales y económicas, sin que esto incidiera en un impacto negativo a nivel ambiental. Es aquí donde se manifiesta de forma inédita, en un foro de negociación multilateral, que el cuidado del ambiente no implica necesariamente, una disminución de los beneficios económicos, por el contrario, establecer medidas económicas y comerciales que se vinculen de forma positiva con el ambiente fomenta el fortalecimiento de estos elementos.
            Dentro de la Organización Mundial del Comercio, el tema comienza a ser fecundado desde los tiempos del GATT, formalizándose plenamente en 1994 con la firma del acuerdo de Marrakech, que pone fin a las Rondas de negociaciones de Uruguay  mediante la institucionalización de un Comité de Comercio y Medio Ambiente, organismo único dentro de la OMC que se encarga básicamente de proponer agendas, temas en la mesa de negociación, etc. que sustenten la premisa “el ambiente debe ser un aliado para el desarrollo comercial y no un enemigo”.
            Si bien el objetivo primordial de la OMC es funcionar como un foro de negociaciones que permita la discusión de temas relacionados al comercio, en aras de garantizar el desarrollo sostenible, también es cierto que tiene  como objetivo expreso en el artículo XX, garantizar el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente, tanto de los recursos renovables como de los recursos no renovables, siempre y cuando los países miembros, sean capaces de establecer estrategias, líneas de acciones, etc. que compaginen ambos elementos y que no se utilicen –las medidas ambientales- como excusa para tratar de establecer alguna medida proteccionista, que viole el propósito de esta organización, la apertura comercial.
            El trabajo presentado a continuación se desarrolla en función de resaltar la evolución que ha tenido la agenda ambiental dentro de la Organización Mundial del Comercio. Partiendo del aspecto jurídico de la organización que sustenta la pertinencia del tema, pasando por alguno de los convenios que conjugan la regulación de temas ambientales con comercio, hasta los desafíos que actualmente enfrenta la organización en función de hacer una efectiva compaginación entre ambiente, comercio y desarrollo.

Regulación de nuevos temas vinculados al comercio: Evolución de la agenda ambiental dentro de la Organización Mundial del Comercio.

            En las últimas décadas, los problemas asociados al Medio Ambiente han ido adquiriendo mayor relevancia dentro de las políticas exteriores y en consecuencia dentro de la política mundial, si bien, desde el año 1972 la comunidad internacional comenzó formalmente a fijar su interés en este tema, prueba de ello es la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, donde se optó por un plan de acción global, que tuviese por objetivo crear las condiciones necesarias para “remediar” el conflicto existente entre Medio Ambiente y Desarrollo, aún las medidas obtenidas no han rendido el fruto necesario en pro de causar un impacto positivo.
            Aún sigue existiendo la diatriba “salvar el comercio y por ende fomentar el desarrollo o salvar el ambiente y evitar todas aquellas medidas que causen un impacto ambiental negativo”. Sin embargo, como lo señala María Angélica Larach de la Unidad de Comercio Internacional de la División de Comercio Internacional, Transporte y Financiamiento de la CEPAL, el verdadero problema radica en que los países –grandes y pequeños, desarrollados, o en vías de desarrollo- aun no logran ponerse de acuerdo en la práctica, sobre la compatibilización del comercio con el Medio Ambiente, en la realidad este último debe ser necesariamente visto como un aliado y no como un enemigo, para que las negociaciones, medidas adoptadas y esfuerzos de los diversos actores puedan consolidarse.
            En virtud de ello, y de la indiscutible relevancia e importancia que tiene la temática, dado que, el ambiente no puede esperar a que las grandes empresas y corporaciones multinacionales, los países, organizaciones internacionales y demás actores decidan tomar en consideración este tema dentro de sus agendas, y puedan dar el primer paso para entablar negociaciones en virtud de conciliar los esfuerzos vinculados a promover el desarrollo económico y la disminución del impacto ambiental como consecuencia de las actividades económicas que se realizan, la Organización Mundial del Comercio desde su creación mediante el Acuerdo de Marrakech en 1994, ha emprendido importantes esfuerzos en aras de la consolidación de un sistema que no solo permita un libre desenvolvimiento de las economías de los países, sino que además, ha procurado sensibilizarse con los problemas que vive la sociedad mundial como lo es el medio ambiente y la preservación de sus recursos (algunos finitos).
            En la actualidad, en el seno de la OMC se están discutiendo diversas categorías de productos, relacionados a la agenda ambiental, dentro de ellos destacan: el control de la contaminación del aire, energías renovables, gestión de residuos y tratamiento del agua, tecnologías medioambientales, captura y almacenamiento del carbono, etc. El objetivo es establecer consensos entre los diferentes miembros de la organización, para poder llegar a acuerdos multilaterales que potencien el comercio y beneficien el desarrollo, y, que no por ello perjudiquen el ambiente. Para 1998, según María Angélica Larach se habían celebrado 180 acuerdos multilaterales sobre el Medio Ambiente, 17 con disposiciones comerciales. Para 2011 según José Antonio Monteiro, existen 44 acuerdos preferenciales ambientales que incluyen leyes ambientales (Unión Europea: 21, Estados Unidos 10, Japón 4, China 3, Singapur 3, Filipinas 3, Indonesia 3)   Entre ellos:
·         Protocolo de Montreal (1987) relativo a las sustancias agotadoras de la capa de ozono. Este protocolo, se considera un gran éxito dentro de las negociaciones comercio-ambientales puesto que ha sido el primero en ser ratificado por todos los países. Dentro de sus disposiciones, se establecen cláusulas que diferencian los tiempos en los cuales los países desarrollados deben adoptarse a ciertas medidas y el tiempo de gracia que tienen los países en vías de desarrollo para adoptar esas mismas medidas, puesto que no son iguales las condiciones tanto comerciales, como financieras en ambos grupos y deben tenerse ciertas consideraciones para que dichas medidas puedan ser cumplidas de la mejor manera por todos los estados.
·         Convenio de Basilea (1989) sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación, este convenio, fue adoptado como consecuencia de una denuncia realizada en contra de los barcos vertederos de desechos sólidos en alta mar que provocaba la muerte de especies originarias y la deformación del lecho marino, ocasionados en su mayoría por desechos radioactivos.
            En la actualidad, la participación de Venezuela en cuanto al cumplimiento de las clausulas establecidas en ambos convenios ha sido eficiente en materia político-diplomática, debido a su constante participación en las diversas reuniones de las Conferencia de las partes (COP),  reuniones de grupos de trabajos especiales, updates, etc. Sin embargo, en la aplicación no hemos alcanzado aún los estándares internacionales convenidos por las partes.
            Un elemento sumamente importante a tener en cuenta, como parte de la evolución de la agenda ambiental de la OMC, es la jurisprudencia en temas ambientales existentes dentro del Órgano de Solución de Controversias, ya que, muchos de los lectores pueden considerar que las normas de la organización tienen algún tipo de prioridad sobre las problemáticas ambientales, sin embargo, diversos casos nos demuestran que no es así. El Comité de Comercio y Medio Ambiente (CCMA) en su carácter de instancia encargada del tema ambiental, dentro de la OMC, es única, no solo como foro para el dialogo y el aporte en las soluciones que se realizan en materia de relación comercio-ambiental, sino que además según Mónica Araya, “es una incubadora de ideas sobre cómo hacer avanzar los debates, puesto que algunas cuestiones planteadas ya se han convertido en negociaciones plenas”, por ejemplo, los subsidios a la pesca, o las relaciones entre la OMC y los acuerdos multilaterales sobre el Medio Ambiente (AMMA).
            Dentro de estos casos, uno de los más conocidos es el conflicto del atún, disputa comercial entre Estados Unidos –demandado- y México -demandante-, en el que también se vinculó Venezuela, Costa Rica y Panamá, consecuencia de la promulgación por parte de USA de una ley para la protección de los mamíferos marinos, dando inicio al embargo por parte de Estados Unidos, de las importaciones de atún de aleta amarilla.
            El mandato del Comité de Comercio y Medio Ambiente (CCMA), en su carácter de instancia encargada del tema ambiental dentro de la OMC se centra fundamentalmente en cuatro puntos, como lo destaca el portal de la OMC:

“Incrementar la interacción entre las medidas comerciales y ambientales y con ello fomentar las medidas que fortalezcan al primero y beneficien al segundo.
Vigilar la transparencia de las medidas comerciales que son utilizadas con fines ambientales, puesto que pueden ser un simple argumento en pro de establecer alguna que otra medida proteccionista.
Buscar mecanismos de solución de diferencias entre el sistema multilateral de comercio, y los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente.
Ocuparse de la relación entre las disposiciones de la OMC aplicadas con fines ambientales y las cargas impuestos, y prescripciones aplicados con los mismos fines a los productos”.

            Esto demuestra como cada vez con mayor intensidad, el ambiente y el comercio como vehículo fundamental para fomentar el desarrollo no son excluyentes entre sí, incluso al examinar los objetivos de la OMC, los conceptos de desarrollo sostenible, protección y preservación del medio ambiente no son ajenos a esta organización, por el contrario, la protección al medio ambiente como objetivo se encuentra enmarcado en el Artículo XX referente a las excepciones generales.

“A reserva de que no se apliquen las medidas […] en forma que constituya un medio de discriminación arbitrario o injustificable entre los países en que prevalezcan las mismas condiciones, o una restricción encubierta al comercio internacional, ninguna disposición del presente Acuerdo será interpretada en el sentido de impedir que toda parte contratante adopte o aplique las medidas: […]
b) necesarias para proteger la salud y la vida de las personas y de los animales o para preservar los vegetales; […]
g) relativas a la conservación de los recursos naturales agotables, a condición de que tales medidas se apliquen conjuntamente con restricciones a la producción o al consumo nacional”

Como se señala, siempre y cuando los Estados cumplan una serie de medidas que eviten que estos incurran en la aplicación de medidas proteccionistas alegando el daño ambiental, los miembros de la organización pueden adoptar en el marco de las normas que la constituyen, medidas relacionadas con el comercio que tengan por objeto proteger el medio ambiente.
            Prueba de ello, es la agenda ambiental manejada durante la Ronda Doha o Ronda del Desarrollo, en la cual según la revista Puentes, se han venido consolidando algunos resultados favorables, en principio, por ser la primera ronda de negociaciones comerciales multilaterales en que se plantean de forma expresa cuestiones relacionadas con el ambiente. Esto nos lleva a suponer, que las naciones están dando la importancia necesario al tema, y, no solo eso, sino que están siendo conscientes de que los problemas ambientales no solo afectan a los grandes países industrializados, sino que también afectan a pequeños países, con economías poco avanzadas, y que por ende, el trabajo en pro de buscar una solución a la creciente problemática debe ser tarea del concierto y del consenso internacional, ya que, estos problemas están indiscutiblemente vinculados a las políticas comerciales y económicas de las naciones, y se extienden de una a otra como resultado de la creciente interdependencia económica.
            Teniendo como punto de referencia la página de la Organización Mundial del Comercio, para la fecha se manejan varios temas relacionados con esta materia, –como fue mencionado anteriormente-, sin embargo, existen esferas como el comercio y el cambio climático, en los cuales aún la OMC no ha establecido ningún tipo de lineamiento, mas allá de los aportes realizados en la Conferencia de Durban de diciembre de 2001, en la que se tuvo como objetivo primordial debatir los diversos modos en que el comercio se interrelaciona con el cambio climático y la forma en que puede ayudar a mitigar sus efectos, y a adaptarse a él mediante el aumento de la apertura comercial para las mercancías “respetuosas del clima” y la facilitación del acceso a tecnologías fundamentales de mitigación y adaptación”.  Esto solo por mencionar alguno de la infinidad de casos y problemáticas que la organización aún no ha desarrollado, pero que quizá pueda ser desarrollado en la siguiente reunión del CCMA, fijada para el 30 de junio del presente año. 
            Otros esfuerzos en esta materia se evidencian en la dinámica que ha ido desarrollando la OMC en función de capacitar a la población en general, y, a sus miembros en particular en cuanto a este tema, el primer intento fue realizado el 27 de abril del 2002 con el primer curso avanzado sobre comercio y medio ambiente, en el cual la OMC intenta avanzar en la consolidación de la meta del CCMA, estrechar cada vez más los lazos entre estas dos aristas.
            Dentro de los grandes desafíos que se presentan en esta materia, destacan según lo señala el Ph.D José Antonio Monteiro de la División de Comercio y Medio Ambiente de la OMC es la ausencia de definición y de consenso sobre los bienes y servicios ambientales:

   “Uso múltiple (no únicamente medioambiental);
   Bienes manufacturados y/o agrícolas
   Problemas técnicos con la clasificación arancelaria;
Evolución constante de la tecnología.
Hasta el día de hoy, 6 listas de bienes fueron sometidas por 14 Miembros representando 411 HS-6 líneas arancelarias”.  

            A pesar del camino que se ha recorrido, camino necesario, como se ha señalado, aún queda materia por discutir y más aún por  acordar, no solo en el seno de la OMC, sino a nivel internacional puesto que los esfuerzos que se han venido haciendo en esta organización  vinculada en principio a temas comerciales, son reconocibles y aplaudidos.  Resta ver, si a través del tiempo sigue incrementando la importancia relativa al tema medio ambiental como pieza fundamental para garantizar el desarrollo sostenible dentro de las continuas evoluciones y transformaciones que sufre la agenda de la Organización Mundial del Comercio.  
    
Conclusión

Se determinó a través de la presente investigación que a pesar de los avances que ha tenido la Organización Mundial del Comercio en su esfuerzo por integrar los conceptos de comercio, ambiente y desarrollo, como parte integrante de un todo, existe un problema que va más allá de lo que la OMC puede alcanzar, y es la disposición de los países, tanto desarrollados como en desarrollo, puesto que no logran aun por diferentes razones, ponerse de acuerdo en la práctica sobre la compatibilización del comercio con el Medio Ambiente, debido a que actualmente continúan explotándose de forma irracional los recursos naturales, sobre todo los recursos relacionados con la materia energética.
            El uso no adecuado, irracional, inconsciente, etc. de estos recursos aunado al gran crecimiento industrial y económico de estos países son uno de los elementos que más contribuyen al deterioro ambiental. Y no se trata de señalar si debe elegirse uno u otro método, el de la industrialización, el desarrollo y el comercio o el del cuidado al medio ambiente, se trata de concientizar que ninguno es excluyente del otro y que solo podremos alcanzar el pleno desarrollo, cuando estos elementos dejen de estar de lados opuestos de la moneda.  Este es principalmente una de las tesis sobre las cuales se ha hecho más énfasis dentro de la Organización Mundial del Comercio, y fue ratificada en uno de los mandatos de la Declaración Ministerial de Doha, en noviembre de 2001 “iniciar negociaciones en materia ambiental al interior de la OMC”. Sin duda, esto vuelve a marcar otro hito para el debate sobre el tema comercio-ambiental en el marco del sistema multilateral de comercio.

Referencias Bibliográficas

         - Araya. M, La sutil influencia de la agenda ambiental de Doha en las Américas. Revista Puentes, Vol. IV Nº 1 abril-junio 2003.
-Comercio y ambiente en la OMC [Disponible en: http://www.wto.org/spanish/tratop_s/envir_s/envir_s.htm] [Consultado el: 01/05/2014]
-Larach. M, Comercio y Medio Ambiente en la OMC. Unidad de Comercio Internacional de la División de Comercio Internacional Transporte y Financiamiento CEPAL. 1998. [Disponible en línea: [http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/6/4216/indice.htm] [Consultado el 01/05/2014]
                        - Monteiro, J. Comercio y Medio Ambiente en la OMC. [Disponible en:   http://www.aladi.org/nsfaladi/reuniones.nsf/b39ad25b5f3ed8860325792f0063916e/$FILE/Comercio%20y%20Medio%20Ambiente%20en%20la%20OMC%20(Monteiro-Montevideo%202011)-sesi%C3%B3n%2029.pdf] [Consultada el: 01/05/2014]
           
           

              

4 comentarios:

  1. El tema del comercio y del medio ambiente se puede ver como un reto dentro del seno de esta organización, ya que al no tener un acuerdo especifico sobre esta materia, los países deben crear sus propias normas o establecer acuerdos bilaterales sobre esta materia con el fin de proteger al medio ambiente pero nunca dejando atrás e incluso dándole primacía al comercio.
    El desarrollo sustentable es uno de los objetivos de la OMC, incluso dentro del acuerdo de Marrakech podemos ver esto, y este desarrollo se logra fundamentalmente con la protección del medio ambiente, para esto, llevar a cabo las actividades económicas pero tratando de que los instrumentos utilizados para ello ocasionen el menor impacto en el medio ambiente y así prevenir la contaminación, el desgaste de la capa de ozono, etc.
    Una de las medidas utilizadas por los países para esto, es la adquisición de tecnologías que ayuden a generar energía de una forma mas ecológica, un ejemplo de esto seria los paneles solares, también llevan a cabo técnicas de etiquetado ecológico o la utilización de materias primas que sean reciclables o que sean extraídas sin afectar el ecosistema o la vida de algún animal.
    En la actualidad debido al cambio climático, es importante tener muy en cuenta este tema, es por esto que como lo menciona en el trabajo la compañera, desde finales del siglo XX se ha tomado muy en cuenta estos temas en el marco de diferentes organizaciones, no quedándose atrás la OMC.
    Creo que lo referente al medio ambiente depende mas de la disposición de cada pais a adaptarse o adquirir diferentes técnicas o tecnologías que lo protejan, esto en parte tomando en cuenta que la utilización de medidas ecológicas o ''verdes'' pueden incrementar los costos de producción de los bienes y servicios finales. En la practica podemos notar la doble moral de los países y empresas en cuanto a este tema, ya que firman un tratado o hacen declaraciones excelentes en esta materia pero no toman las medidas necesarias para cumplir sus palabras y en el caso de hacerlas tratan de discriminar a otra nación a la hora del comercio. A pesar de la preocupación, muchos países como EE.UU y China siguen siendo grandes emisores de CO2 y no han tomado las medidas necesarias para equilibrar el comercio y el medio ambiente con el fin de que ninguno de los dos se vean desfavorecidos.

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  2. Como bien mencionas en las conclusiones, el desarrollo económico e industrial y la preservación del medio ambiente son ideas, actualmente, entendidas como opuestas, pero no deben ser entendidas como excluyentes. Queda demostrado el papel fundamental que viene a jugar la OMC, en lo que a la agenda ambiental se refiere, pero con respecto a que la poca voluntad de los países sobre ponerse de acuerdo en este tema es importante también destacar que el desarrollo sostenible también se encuentra incluido entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, por lo cual ya deberíamos ver un mayor avance. Sin embargo también es importante tomar en cuenta que sin importar cuán grande sea el campo de acción de la OMC y las políticas de desarrollo sostenible que implanten los gobiernos, siempre habrá una porción de las empresas transacionales que trabajarán bajo la mesa sin regirse por los acuerdos en materia ambiental y que cada vez tendrá una mayor importancia la participación de la sociedad en general en ser contralores sobre la producción que tenga lugar en cada territorio nacional.

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  3. Si bien el medio ambiente es un tema que ha cobrado importancia en las últimas décadas, habiendo calado en los acuerdos emanados de la OMC (entre otros), y evidenciando la preocupación internacional así como la concientización sobre la delicada situación del ambiente y sus potenciales amenazas para la supervivencia de la población y su desarrollo económico; a mi parecer las voluntades políticas no se prestan para ejecutar medidas que potencien el cuidado del medio ambiente, sino que los estados lo toman como excusa para promover otras acciones que velen por sus intereses económicos, más allá de lo ambientalista. Tal es el caso de las medidas injustificadas que restringen la importación de ciertos productos por causar determinados daños al ambiente o no garantizar que se esté cuidando el mismo, siendo así como se protege la industria nacional y perjudica al competidor. En vista del auge que puede alcanzar esta modalidad proteccionista, se hace imperante que la organización maximice esfuerzos para garantizar que no se obstaculice el comercio con dicha clase de disposiciones y al mismo tiempo, se cumpla el objetivo de no dañar el medio ambiente, estableciendo los lineamientos que aún le faltan por fijar.
    También considero que es necesaria la unificación de criterios por parte de los miembros de la organización para que terminen de pautar los temas específicos relacionados con la materia y así la vinculación entre comercio, ambiente y desarrollo se evidencie en medidas efectivas que garanticen un desarrollo sostenible, cumpliendo con la sociedad, el ambiente y las empresas.

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  4. Considero que a pesar del interés que se le ha puesto en los últimos años al tema del desarrollo y el ambiente y la unión del comercio con estos puntos, el mismo no ha tenido un impacto tan significativo, o por lo menos no como se esperaba. El porqué digo esto, simplemente porque al ubicarnos en la realidad las mismas son ignoradas por aquellos países que mas afectan en el tema ambiental. Un ejemplo de ello seria todos los requerimientos exigidos para la certificación de que un producto es 100% natural y libre de cualquier pesticida o químico, lo que hace que la producción del mismo sea mucho mas costosa y por lo tanto menos competitivo, de cara a unos productos que no son 100% orgánicos pero que al final de cuentas las exigencias para que éste salga al mercado son muchos menores y por lo tanto le brinda mayor competitividad. Es por eso que es fácil notar la doble moral con que se maneja este tema, ya que a pesar de que se procura un mayor desarrollo y un respeto al ambiente, lo que sigue prevaleciendo en el tablero del comercio mundial son las ganancias a cualquier costa.

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