martes, 6 de mayo de 2014

Malasia, ¿un país en vías de alcanzar su desarrollo?

Políticas y Prácticas Comerciales Aplicadas en Malasia.

El presente ensayo de investigación tiene como objetivo brindar una idea precisa sobre las Políticas Comerciales que ha desarrollado Malasia y los resultados que estas le han traído al país.
Debido a los favorables resultados económicos obtenidos y su capacidad de resistir los problemas financieros mundiales, Malasia ha demostrado una relativa solidez de su economía. Ha logrado tasas de crecimiento satisfactorias, niveles de desempleo extraordinariamente bajos y reducidas tasas de inflación, a pesar de las negativas condiciones económicas que se desarrollan a nivel mundial.
Gracias a que la demanda interna ha compensado la frágil demanda externa, la economía de este país se ha reequilibrado, otro punto que ha jugado a favor de Malasia han sido los planes de ajuste y reforma fiscal. Se han dado notables esfuerzos para mejorar el ambiente empresarial y eliminar o reducir las limitaciones a la participación en el capital social y otros obstáculos de la inversión extranjera directa (IED).
De igual manera el país ha avanzado en las clasificaciones internacionales en lo que se refiere al tema de la competitividad a nivel mundial y la simplificación de las actividades empresariales, así como por su integración satisfactoria en las cadenas de valor mundiales y por las medidas adoptadas para atraer IED.
Entre los años de 2008 y 2012, la cantidad de IED de Malasia aumentó un 58,8%, al mismo ritmo que la cantidad de sus inversiones directas en el extranjero, las inversiones extranjeras directas continuaron destinándose en su mayor parte a las actividades manufactureras y de servicios. La Unión Europea y Singapur siguieron siendo las primordiales fuentes de inversión extranjera directa. Las entradas de IED registraron una pequeña baja en el 2012, debido a la inquietud de las perspectivas económicas mundiales y la pérdida del atractivo de Malasia como base de las industrias de alta intensidad de mano de obra.
Una gestión económica pragmática y unas políticas macroeconómicas acertadas fueron los puntos clave para los favorables resultados económicos generales obtenidos por Malasia. La economía siguió siendo objeto de un reajuste externo significativo, debido a la disminución de los superávit exteriores, al mismo tiempo que las políticas continuaron asegurando un crecimiento sustentable e inclusive para convertir a Malasia en un país de alta renta para el año 2020. A pesar que en los años de 2008-2012 el país sufrió una desaceleración del crecimiento de la productividad total de los factores, aún mantiene su competitividad externa, con una ventaja comparativa que parece estar desplazándose de los productos eléctricos y electrónicos a los productos elaborados y el gas natural.
La economía de Malasia sigue estando estrechamente dirigida al exterior, con un comercio de bienes y servicios que constituye el 162,4% del PIB. Aunque está parcialmente diversificada, una cantidad importante de su comercio exterior se centra cada vez más en la región (Asia y el Pacífico); la parte de los productos básicos en el comercio total ha aumentado, pero las manufacturas siguen siendo los principales productos objeto de comercio.
La política comercial sigue guiada con el objetivo de que Malasia se convierta en una nación autosuficiente e industrializada para el año 2020. Se hace énfasis, entre otros aspectos, en la integración de las empresas malasias en las cadenas de valor mundiales y el desarrollo de vínculos comerciales con nuevos mercados. No se han producido cambios en las instituciones destinadas a la enunciación de la política comercial desde el año 2010. Han entrado en vigencia algunas nuevas leyes relacionadas con el comercio: la Ley del Servicio de Cuarentena e Inspección de Malasia, la Ley de Comercio Estratégico, la Ley de Competencia y la Ley de Control de Precios y Lucha contra la Especulación.
El arancel sigue siendo uno de los primordiales mecanismos de la política comercial, si bien constituye una fuente secundaria de ingresos fiscales (1,3% del total de los ingresos fiscales en el año 2012). Tras el acogimiento de la nomenclatura arancelaria del SA 2012, el Arancel de Malasia se sintetizó mediante una reducción (del 9,3%) del número de líneas arancelarias. El Arancel contiene una gran variedad de tipos (19 ad valorem, 19 específicos, 11 compuestos, 2 alternativos), cuyo número no ha variado desde el año 2009. Como resultado de los recortes arancelarios unilaterales, el tipo medio del arancel NMF aplicado disminuyó del 7,4% en el 2009 al 5,6% en el 2013. La difusión arancelaria se redujo, aunque la progresividad arancelaria sigue siendo prominente. Los tipos arancelarios se mantienen entre el 0% y el 90%, si bien los aranceles no ad valorem suelen disimular tipos máximos mucho más elevados; en el 2013 el 80% de los tipos eran del 10% o inferiores. Aunque más del 80% de los tipos arancelarios están consolidado, parece que la diferencia media entre los tipos NMF aplicados y consolidados ha aumentado al menos 10 puntos porcentuales, lo que deja un margen considerable para elevar los aranceles aplicados. También se disminuyó la diferencia entre el promedio aritmético del tipo NMF aplicado y el tipo preferencial medio sobre las importaciones procedentes de diferentes interlocutores comerciales en el marco de ALC o que gozan de un régimen preferencial.
Se siguen aplicando medidas, como la concesión de donaciones, desgravaciones fiscales o préstamos a bajo interés, para apoyar la producción y el comercio de diversos productos agrícolas y manufacturados, así como para alentar las actividades de las PYME y las actividades de investigación y desarrollo y de protección del medio ambiente. La economía de Malasia sigue siendo una de las más subvencionadas de la región y del mundo. Se inició una reforma con la finalidad de racionalizar el régimen de subvenciones a la gasolina, el gas para cocinar, la energía eléctrica y los peajes de carretera, pero ha tenido poco éxito hasta la fecha; en octubre de 2013 se confirmó la importancia de esos esfuerzos.
El Estado sigue metiendo la mano en numerosos sectores de la economía (como el petróleo, el gas, los servicios públicos estratégicos esenciales y los servicios), si bien las empresas vinculadas a la administración tuvieron que enfrentar mayores problemas de competencia, debido a diversos cambios. Las iniciativas dirigidas al incremento de su productividad parecen haber dado resultado en algunos casos. Los procedimientos preferenciales de contratación pública y las prescripciones ampliadas en materia de comercio de compensación siguen utilizándose como un mecanismo de política industrial para favorecer a las empresas de propiedad nacional; solo se utilizan concursos internacionales cuando no se dispone de los bienes y servicios en el país. Se anima a las empresas relacionadas con la administración, que están sujetas a las normas y reglamentos sobre contratación del sector público, a que ejecuten sus compras a empresas de propiedad nacional. Malasia adquirió la condición de observadora en el Acuerdo sobre Contratación Pública de la OMC en el 2012 y trató de mejorar la transparencia y los "pactos de integridad" en sus métodos de contratación.
Malasia reforzó su sistema de propiedad intelectual mediante la inclusión de considerables enmiendas en sus leyes y/o reglamentos de patentes, dibujos y modelos industriales, derecho de autor y marcas de fábrica o de comercio, y mediante la ampliación de sus compromisos internacionales. Su orientación proactiva en materia de observancia se fortaleció con la adopción de nuevas iniciativas (como el programa de la Cesta de Marcas (BOB)).
Malasia sigue utilizando un régimen de comercio parcialmente liberal para los productos agrícolas, con aranceles NMF aplicados generalmente bajos, del 2,9% en promedio en el 2013 (definición de la OMC). Sin embargo, los tipos arancelarios no ad valorem máximos, sostenidos casi exclusivamente con respecto a determinados productos agrícolas, continúan permitiendo una mayor protección arancelaria (los equivalentes ad valorem llegan a ser del 1.439,2% principalmente en el caso de las bebidas alcohólicas y los desperdicios de tabaco).
La aportación al PIB de la explotación de minas (incluidos los combustibles) y canteras decayó ligeramente en el 2012, al 10,4%. Los productos de la minería siguen sujetos a una protección arancelaria relativamente elevada, de entre el 0% y el 50% (cemento Portland), y a licencias e impuestos de exportación, lo que beneficia la elaboración avanzada.
Malasia inició un amplio proceso de modernización y racionalización de su legislación sobre servicios financieros. Las nuevas leyes han anulado los topes a la inversión extranjera directa en los sectores bancarios y de seguros. La expedición de licencias bancarias y de seguros se basa en la actualidad en normas cautelares y propicias "a los intereses de Malasia". Malasia trata de venderse a sí misma como centro de servicios financieros islámicos, de salud y de enseñanza, y como centro de transporte aéreo y marítimo.
Sin duda alguna existe una ansiendad por la dependencia financiera de Malasia de los ingresos del petróleo y se hace visible la necesidad de que avance tanto en la esfera de la reforma fiscal como en la de la racionalización de las subvenciones.
Si bien se han hecho esfuerzos por acrecentar la eficiencia y eficacia del proceso de reglamentación, aún queda sobre la mesa el aumento de la transparencia y previsibilidad de los procedimientos administrativos, de la misma forma asegurar que sus medidas comerciales relacionadas con el comercio se notifiquen debidamente a la OMC. Se debe seguir haciendo progresos en la esfera de la gobernanza y la lucha contra la corrupción.
Aunque se han realizado reducciones arancelarias unilaterales, también se han puesto de relieve varios aspectos que siguen siendo motivo de preocupación, entre otras, la complejidad de la estructura arancelaria, la progresividad arancelaria, la persistencia de aranceles no ad valorem y contingentes arancelarios (especialmente en la esfera de la agricultura), la prevalencia de impuestos a la exportación, el número relativamente elevado de líneas arancelarias sin consolidar y el desfase cada vez mayor entre los tipos consolidados y los tipos aplicados.
La economía de Malasia sigue siendo una de las más estrechamente subvencionadas de la región y del mundo, la participación del Estado en la economía a través de, entre otras cosas, empresas vinculadas a la Administración, sigue siendo importante. Esto no sólo puede complicar el saneamiento de sus finanzas públicas a medio o largo plazo, sino también deteriorar sus importaciones, socavar las condiciones de competencia en el país y dar lugar a una retribución ineficiente de sus recursos y a un exceso de capacidad, por ejemplo, en el sector de la pesca. Si bien se admite que las reformas en materia de subvenciones pueden ser delicadas desde el punto de vista político, y no se cuestiona en absoluto el derecho a prestar servicios sociales, Malasia debe intensificar sus planes de racionalización de las subvenciones a la producción y los combustibles y de otras subvenciones causantes de alteración del comercio.
En lo concerniente a los servicios, Malasia lo ha hecho bien con medidas autónomas de liberalización del comercio y debe continuar con el proceso de apertura, subrayando que varios sectores de servicios importantes siguen parcial o totalmente cerrados a los inversores extranjeros. En lo que corresponde a las mercancías, pese a que en promedio los derechos que aplica Malasia son bajos, se ha expuesto la inquietud por el hecho de que se siga protegiendo y ayudando al sector del automóvil y a algunos productos agropecuarios, así como por los elevados derechos aplicables a los productos de la minería.
Los parámetros económicos elementales de Malasia siguen siendo en general sólidos. Pese a su extraordinaria restauración de la crisis financiera mundial, la economía de Malasia sigue siendo inerme a las perturbaciones exógenas del crecimiento mundial o la aversión al riesgo a través del comercio internacional, los precios de los productos básicos y los circuitos financieros. La adquisición de un crecimiento ecuánime y sostenible depende de la diversificación y el progreso de la productividad total de los factores, así como del refuerzo de las reformas estructurales, especialmente aquellas orientadas a resolver las cuestiones relacionadas con el saneamiento de las finanzas públicas, la reforma fiscal y la racionalización de los gastos. Éstas y otras reformas conexas incrementarían la flexibilidad de la economía de Malasia y su capacidad para responder a la creciente competencia externa.
En definitiva, Malasia ha alcanzado importantes resultados y tiene detallados planes para hacer avanzar su economía hasta un nivel, en afinidad con su objetivo de transformarse en un país de alto ingreso antes del 2020. Asimismo, debe gozar ampliamente la mayor apertura del comercio (mediante reformas unilaterales, negociaciones regionales y bilaterales, y la elaboración de normas multilaterales) para lograr sus objetivos de desarrollo. Cabe destacar que Malasia, pese a ser una economía por lo general abierta que se beneficia sustancialmente de su participación en el comercio mundial, sigue conservando una serie de medidas que alteran el comercio. Es vital para Malasia que continúe promoviendo reformas estructurales y de política comercial para potenciar su eficiencia, productividad y competitividad en general, y que siga conservando un régimen de comercio e inversión abierto y compatible con las normas de la OMC que garantice un crecimiento sostenible y le permita desarrollar todo su potencial.
A modo de conclusión final podemos observar como a lo largo de esta concisa, pero bien detallada investigación se han visto aplicados los principios que rigen al comercio internacional, con la finalidad de que se logre el nivel de desarrollo deseado por Malasia y por los cuales los miembros de la OMC y países interesados han asesorado y prestado su apoyo para que esto se materialice en un periodo de tiempo no muy lejano.
      A continuación se presentará un cuadro que detalla cierta información relevante sobre Malasia, en el cual se puede evidenciar las mejoras económicas que ha logrado el país, gracias a las medidas y políticas comerciales que ha implementado en los últimos años:


Referencias:

Organización Mundial del Comercio. (2014): Entender la OMC. ¿Qué es la OMC? [Documento en línea]. Disponible en: http://www.wto.org/spanish/thewto_s/whatis_s/tif_s/tif_s.htm [Consulta 2014, Abril 18].
Organización Mundial del Comercio. (2014): Examen de las Políticas Comerciales: Malasia. Exámenes de las políticas comerciales: Malasia [Documento en línea]. Disponible en: http://www.wto.org/spanish/tratop_s/tpr_s/tp392_s.htm [Consulta 2014, Abril 22].
Organización Mundial del Comercio. (2010): La continuación de las reformas relacionadas con el comercio podría contribuir al crecimiento económico a largo plazo. Exámenes de las políticas comerciales: Malasia [Documento en línea]. Disponible en: http://www.wto.org/spanish/tratop_s/tpr_s/tp325_s.htm [Consulta 2014, Abril 15].

5 comentarios:

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    1. Al leer el informe de José y las muchas variable que utilizó, asocié el caso de Malasia como si fuera una startup con unos grandes inversionistas ángeles llamados: OMC.

      Si bien las políticas de la OMC contribuyeron a una Malasia en vías de desarrollo, quedó el recelo de protegerse por considerarse aún un "pais pequeño". Para nadie es secreto que Malasia tiene una gran cantidad de subsidios los cuales puedan responder más que todo a intereses políticos y presiones sociales internas que pueda limitar con la liberalización en el comercio y por ende ser proteccionista.

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  2. La Organización Mundial Del Comercio, tiene entre sus finalidades, el apoyo constante a países en vías de desarrollo, esto en pro del bienestar, de la economía mundial, que pueda aportar a un comercio sustentable, limpio, y lo más libre posible, entre las naciones del mundo. El caso de Malasia, lo podemos tomar, como un gran beneficiado de los muchísimos acuerdos que se establecieron en lo referente a países en desarrollo, en noviembre del año 2001 bajo el marco de la Conferencia Ministerial De Doha.

    Todos los Acuerdos de la OMC contienen disposiciones especiales en favor de los países en desarrollo, por ejemplo períodos más largos para aplicar los acuerdos y compromisos, medidas para aumentar sus oportunidades comerciales y ayudarles a establecer la infraestructura que necesitan para desempeñar su labor en la OMC, resolver las diferencias y aplicar las normas técnicas. Los países menos adelantados reciben un trato especial, que entre otras cosas incluye exenciones de muchas disposiciones. Las necesidades de los países en desarrollo también pueden utilizarse para justificar medidas que normalmente no están permitidas conforme a los acuerdos, como la concesión de determinadas subvenciones públicas.

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  3. Si bien es cierto que Malasia es un país que en la actualidad presenta altos niveles de crecimiento económico, no es menos cierto que gran parte de este crecimiento se debe a las políticas de subvenciones y subsidios llevadas a cabo por el Estado. En primer lugar, es de suma importancia y no un error que el Estado trate de controlar sectores estratégicos de producción como lo es el minero, por lo que un craso error sería dejar que actúe bajo las leyes del liberalismo y del mercado, es decir, dejarlo a la mano invisible. Ya Keynes señalaba que la actuación del sector público en la economía es importante, si bien una economía completamente estatizada es perjudicial de igual forma. ¿Qué sería de Malasia con todos sus recursos bajo las manos del libre comercio y del mercado? Quizás una neocolonia, quizás un país subyugado al subdesarrollo.
    Por otra parte, si es cierto que la liberalización de los mercados ha sido beneficiosa para Malasia, también es cierto que esta liberalización debe ser parcial y no completa, pues hay recursos y sectores de producción que no pueden ser puestos a riesgo de un libre cambio. Es por esto que cuando se señala: “Asimismo, debe gozar ampliamente la mayor apertura del comercio (mediante reformas unilaterales, negociaciones regionales y bilaterales, y la elaboración de normas multilaterales) para lograr sus objetivos de desarrollo. Cabe destacar que Malasia, pese a ser una economía por lo general abierta que se beneficia sustancialmente de su participación en el comercio mundial, sigue conservando una serie de medidas que alteran el comercio”; simplemente no puede acatarse la liberalización de una manera tan completa y tan cegada, pues los países hoy llamados desarrollados no lograron llegar al desarrollo precisamente bajo libre cambio, sino bajo políticas proteccionistas.

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  4. Malasia es otro ejemplo de los países que han aplicado medidas de liberación del comercio y han salido beneficiados, o por lo menos esto es lo que se puede notar en el corto plazo, todo dependerá de la manera en que las autoridades sepan manejar estos números positivos y dar larga duración a los mismo. No es fácil y menos para un país en vías de desarrollo (que por lo general viene de una política proteccionista) mantenerse en estado crecimiento económico menos si depende de las exportaciones cuando los mercados internacionales pueden llegar a ser tan volátiles, pero todo estos retos pueden ser manejados si el país esta dispuesto a hacer los cambios y las correcciones necesarias al mercado en los tiempos correctos, con el fin de que las medidas aplicadas no vayan ni muy rápido ni muy lento con respecto a el desarrollo económico del país. A continuación unos datos recientes que reflejan los resultados de sus políticas comerciales: El producto interior bruto (PIB) de Malasia creció un 4,7 por ciento en 2013 por la mejoría del último trimestre, aunque quedó por debajo del 5,6 por ciento de 2012. La economía se expandió un 5,1 por ciento entre octubre y diciembre de 2013, por encima del 4,8 por ciento previsto, apoyada en la demanda del sector privado y las exportaciones.La demanda interna seguirá contribuyendo al crecimiento. Aunque la demanda interna se moderará a causa de la consolidación fiscal y el sector exterior se beneficiará de la mejora en las condiciones internacionales. Las previsiones de crecimiento económico de Malasia en 2014 varían pero son igualmente positivas. El simple hecho de tener perspectivas positivas aunque aun no sean reales, da a el país una mayor posibilidad de inversión extranjera que se necesita reforzar con el objetivo de seguir creciendo, entonces Malasia tiene oportunidad de seguir liberando y desarrollando su economía por ahora y debe aprovechar el buen momento por el que esta pasando.

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